viernes, 10 de julio de 2015

Día 4: Tarta de pescado

Vais a tener que leer el post para saber los ingredientes de esta tarta de ¿pescado?


Es viernes. Es hora de comer y creo que voy a provocar que asaltéis como hunos desnutridos la máquina de patatas fritas o el frigorífico. 

Toca un primer repaso a desayunos, almuerzos, cenas y copazos. 

Que esta última, los copazos, es la razón por la escribo esto al despertarme y no ayer por la tarde (se me lió la tarde, vamos)... Como para no liarse.

Dos de éstos de postre tras beberme dos cervezas mientras comía en el Buffa's:

Es whisky, de Kentucky y se llama Bulleit (casi 40 dólares la botella en tiendas).
 Y seguimos en el Bar Tonique con la Hora Feliz, que aproveché para probar cuatro cócteles distintos:

El Sazerac (una creación de Nueva Orleans con base de whisky):



El Aviation, con base de ginebra.




El Moscow Mule, con vodka.



Y el Old Fashioned Whiskey (por aquello de no mezclar mucho más).


Luego, creo (sí, sólo lo creo) me tomé otro whisky (hay fotos de la barra de otro bar, pero no de lo que consumí) y... bueno... como para volver al hotel. Había que bajar aquello como fuera y me calcé estas costillas en el Joint:


Después, me vine andando al hotel (más de una hora de camino) y caí rendido en la cama...

Pero volvamos al principio del día, cuando en Ruby Slippers tomé una nueva variación de su especialidad en desayunos, que consiste básicamente en un panecillo de mantequilla abierto como base y coronado por huevos pochados. En medio, lo que la mente pueda imaginar. 

Como el Chicken St. Charles, que es pollo frito (en efecto: para desayunar) con una salsita algo amarga y espinacas:


O el miércoles por la mañana, en el mismo sitio, otra variación, el Beef Bennie, con ternera asada y patatas en la mezcla:



Quedan las cenas. La del martes fue el Jacques-Imó Cafe, una locura de sitio, atestado, ruidoso... pero con una comida genialmente alocada. 



La foto que abre el post, de hecho, fue mi entrante, una cheessecake a base de gambas y salchicha de caimán... Terroríficamente distinta... y buena. 

De principal opté por un redfish ennegrecido (con una capa de especias endurecidas por encima) y bañado en una holandesa con chili (la foto es regulera, lo sé):


La cena del miércoles fue en otro lugar de moda, pero algo más estándar: el Irene's Cuisine. 



Allí, empecé con unas ostras a su modo (que es mezclándolas con bacon, pimiento morrón y queso pecorino... y menos mal, que a mí eso de tanto sabor a mar... pues como que parece que soy de Huesca):


Seguí con el Crevette (pescado local con gambas por encima y espinacas -debe de haber excedente de espinacas, porque se la ponen a todo en todos sitios.


Y terminé con un pudding de pan y praliné:



La verdad es que tanto el Jaques-Imó como el Irene son dos sitios a los que volvería muy gustoso y, por extensión, altamente recomendables. 

Y hasta aquí hemos llegado. Doy fe que, pese al abuso del alcohol, no me duele la cabeza, por lo que una de dos:

1) Menos mal que me tomé las costillas.
2) No me dieron garrafón. 
3) Las dos cosas. 

Me despido con una foto del final de mi ruta en bicicleta del miércoles, ésa que pretendía hacer el jueves pero me acerqué el miércoles a reservar y me dijeron que no había nadie para el jueves, que por qué no me apuntaba para ya mismo, para el miércoles... El problema es que no iba preparado: llevaba un vaquero en lugar del pantalón corto que me compré para este día; no había cogido mi gorra; llevaba camiseta oscura (con lo que me quedé con la interior)... Y de esta guisa me fui a recorrer 20 kilómetros durante cuatro horas a un ritmo, como veis, bastante aceptable. Que hiciera 45 grados, una humedad en la que sólo pueden estar felices las serpientes y me quemara por todas partes... bueno...

En fin, salud:


La canción de hoy es para Fats Dominó, quien viviera hasta hace un par de décadas en el mismísimo Lower Ninth Ward, y a quien, como su nombre indica, le encantaba eso de irse a comer.




2 comentarios:

  1. Alex, come y bebe algo, si eso. Envidia mala me das. Enganchao a tu viaje me tienes. Abrazos
    Antonio Lorenzo

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    1. Muchas gracias... y sí, voy a dejar las ensaladas ya y comer algo de verdad...

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